Una visión correcta
Salmo 119: 96
96. He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio.
Cuando usamos gafas de sol, se distorsiona la realidad, nuestra óptica cambia. Cuando se trata de mi visión espiritual, no necesito un par de gafas de sol para que se distorsione. Mi propio corazón puede sesgar rápidamente mi perspectiva del corazón de Dios.
Si miro a Dios a través de la lente de mis sentimientos o desde el panorama de mis circunstancias, puedo verlo como indiferente o insensible.
Si miro a Dios a través del espejo de mi duda o de mi desánimo, puedo considerarlo como alguien que no puede ayudarme.
Si miro a Dios a través del cristal de mi orgullo o de mi miedo, puedo percibirlo como enojado o distante.
Y, lamentablemente, cuanto más miro a través de mi propia lente turbia, más se oscurece mi visión de Su bondad.
La verdad es que: mi perspectiva finita no es una buena ventana para ver a un Dios infinito. Afortunadamente, hay una solución para una visión defectuosa. En el Salmo 119:96, el rey David nos señala una ventana que nunca se alterará: “Aun la perfección tiene sus límites, pero tus mandatos no tienen límite”. Este verso nos recuerda que la Biblia es la única forma de obtener una visión infalible del corazón de Dios.
La Biblia no sólo nos instruye, sino que perfecciona nuestra visión. Mejoramos nuestra visión espiritual cuando leemos la Palabra e invitamos al Espíritu Santo a que nos ayude a cambiar nuestra óptica, poco confiable, por la Verdad inmutable. Al hacerlo, a menudo nos encontramos cara a cara con la bondad de Dios… y no podemos evitar maravillarnos ante la vista.
¿Qué puede estar nublando nuestra perspectiva correcta de Dios?
¿Cómo puedo obtener una correcta visión de Dios?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/UmI3XNh6uj8
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