Un galardón eterno - 5 de Agosto 2024

Actualizado: 5 ago

Un galardón eterno

1 Corintios 9: 24-27

Versículo destacado 25. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

Una de las disciplinas olímpicas que más me gusta, es la gimnasia artística, es un derroche de flexibilidad, gracia, fuerza y resistencia. Viendo la actuación de Simone Biles, considerada como la mejor gimnasta de la atualidad, con m'as de 37 medallas a su haber, me deleité con sus movimientos. Analizaba un poco todo lo que tiene que hacer una gimnasta, como ella, para llegar hasta esa posición, implica sacrificio, entrega y dedicación..

Generalmente empiezan su disciplina desde muy pequeñas, antes de los 10 años es más fácil que una persona domine la gimnasia; por eso empieza a los tres o cuatro años y estas niña que alcanzan a destacarse, que son medallistas olímpicas, han hecho un gran esfuerzo, mucha disciplina, trabajo, llevar una dieta estricta, porque deben mantenerse en un peso adecuado, tienen que abstenerse de muchas cosas que disfrutan las niñas de su edad.,

Esto me hizo pensar en las palabras del apóstol Pablo, en 1 Corintios 9: 25 Todo aquel que luchas, de todo se abstiene ; ellos a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Pablo sigue diciendo que aún su propio cuerpo lo pone en servidumbre, porque no quiere ser eliminado. En estos versículos Pablo mira la vida cristiana como una competencia atlética que exige disciplina, perseverancia y aún paciencia.

Los atletas y competidores olímpicos van tras una medalla de metal, que los llena de honor y fama. En esa presea ven cristalizados todos sus esfuerzos; los anhelos que los impulsó a trabajar duro. Sin embargo, Pablo dice que lo que obtienen es pasajero. Piensa en el galardón que nos espera al final, es algo permanente, eterno por lo que vale la pena llevar una vida de disciplina espiritual, ser perseverantes y esforzadas. Que cada día continuemos luchando, mirando nuestro galardón.

¿Con qué compara Pablo la vida cristiana?

¿Qué implicaciones tiene esto para nosotras?

Oración:

Señor, no quiero desmayar, sino proseguir con fe y valentía, sabiendo que tienes un galardón para mí. En el nombre de Jesús, Amén

Dios te bendiga