Un Dios relacional
Mateo 22: 37-39
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.Dios te creó para tener una relación profunda con Él, y con los demás. De hecho, Dios existía en relación consigo mismo, antes de la creación del mundo. Por toda la eternidad, Dios ha existido en relación, como Padre, Espíritu e Hijo (Jesús), como la Trinidad. Significa que Dios ha sido relacional desde siempre, y nos creó para estar en relación, una conexión íntima y de momento a momento.
Fuimos hechas a imagen de Dios, quien es relacional. Esto significa que nuestro anhelo de relaciones sanas, de apoyo e interdependencia, no es simplemente porque anhelamos algo bueno para nosotras. Estamos anhelando la razón fundamental por la que fuimos creadas.
Pero aquí es donde muchas veces nos equivocamos. Esperamos que las personas completen y llenen lo que sólo Dios debe llenar. Esta es la razón principal por la que solemos ser tan infelices unos con otros. Hemos puesto nuestra esperanza en personas imperfectas. Pero esa esperanza puede ser respondida exitosamente, solo en Dios mismo. Eclesiastés 3:11 dice que la eternidad está puesta en nuestros corazones, lo cual significa que solo una relación con un Dios eterno, puede llenarlos.
Considera hacia dónde estás dirigiendo tu esperanza. ¿Quién está en el centro de tus afectos? Si Dios está en el centro estaremos satisfechas, y a raíz de esa satisfacción, podremos bendecir a otras personas. Pero si las personas están en el centro de nuestro círculo relacional, terminamos esperando que los demás satisfagan necesidades que nunca podrán satisfacer por completo.
Cuando tienes a Dios en el lugar correcto, en el centro de tus afectos, es más probable que te relaciones bien con las personas. La relación con Dios es lo primero, debemos amarlo a Él sobre todo, pero esa relación está destinada a enviarnos a amar a los demás, como Jesús lo dijo en Mateo 22: 37-39
¿Es Dios tu relación principal, o estás buscando a otras personas para satisfacer las necesidades, que solo Él puede satisfacer?
¿En qué áreas tienes expectativas de lo que las personas pueden ofrecerte?
Dios te bendiga
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