Siendo fiel en lo cotidiano
Mateo 25: 21
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Cuando estoy lavando la ropa o limpiando la casa, muchas veces necesito respirar profundamente y recordar que todo lo que hago debo hacerlo para Dios, para Su gloria. Gran parte de la vida cristiana consiste en ser fiel en lo cotidiano. Debemos vivir fielmente nuestras vidas para Jesús en todas las cosas, incluidas las tareas más sencillas, no tan glamurosas de la vida. De hecho, podemos tener un encuentro increíble con Dios en medio de esas tareas cotidianas.
Vemos esto a lo largo de las Escrituras: Moisés se encontró con Dios cuando estaba en el desierto, cuidando las ovejas de su suegro. Dios le habló a Moisés a través de una zarza ardiente y lo llamó a volver a Egipto, donde Dios lo usaría para liberar a los israelitas de la esclavitud (Éxodo 3). La mujer samaritana, junto a un pozo se encontró con Jesús mientras llenaba su cántaro de agua, algo que hacía rutinariamente. Jesús, el Agua Viva, ¡cambió por completo su vida en una conversación (Juan 4). Ellos estaban llevando a cabo fielmente sus tareas diarias cuando se encontraron con Dios de una manera personal que les cambió la vida.
Si eres una ama de casa que hace la limpieza y preparas los alimentos, una madre que lleva sus hijos a la escuela y que los ayuda con la tarea escolar, alguien que cuida de un pariente enfermo, una ejecutiva en una reunión, una estudiante en la universidad, o cajera en un supermercado, sea cual sea el trabajo que el Señor te ha encomendado, ¿estás siendo fiel? Dios te ve cuando haces un esfuerzo adicional para cumplir con tus obligaciones.
¡Dios te ve a ti y a tu fidelidad, incluso cuando crees que nadie te ve ni le importa! Cuando Jesús vuelva, ¿no sería maravilloso escucharlo exclamar, “…“¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” (Mateo 25:21)? ¿Qué tarea te ha asignado Dios que sientes que no es muy importante? Sea lo que sea, Dios está mirando. Abre tu corazón a un encuentro con Él cada día en medio de tu cotidianidad.
¿Cuáles son tus responsabilidades diarias? Examina tu actitud hacia ellas.
¿Cuál es la actitud correcta ante nuestras responsabilidades cotidianas?
Oración:
Señor, ayúdame a ser fiel en mis responsabilidades cotidianas, que entienda que incluso mientras estoy haciendo la tarea más ordinaria, puedo tener un encuentro increíble Contigo. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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