Si Dios es tu pastor, nada te falta
Salmo 23:1
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
No hay una sola necesidad, que puedas llegar a tener, a la cual no se refieran las palabras del Salmo 23:1: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. Ni una sola está excluida, cualquiera que sea la incapacidad o la dificultad por la que estés pasando, por problemática, angustiosa o exigente que sea, si el Señor es tu pastor Él puede satisfacer absolutamente todas tus necesidades.
El salmo 23 fue la forma que tuvo David de decir que Dios es más que suficiente para satisfacer: escasez, necesidad o cualquier imposibilidad que encontremos. Este conocido y maravilloso salmo es uno de los poemas más hermosos que se hayan escrito, tanto en la Biblia como fuera de ella, y encierra una hermosa verdad.
El salmo 23 es más que un conjunto melodioso de versículos destinados a consolar el corazón en momentos difíciles, sus palabras nos llenan de confianza, es un ataque sobre la debilitadora falta de fe en Dios que tenemos, La mayoría de los cristianos no creen realmente que Dios sea más que suficiente. Con demasiada frecuencia a Dios es el último al que acudimos ante una necesidad, y así terminamos espiritualmente debilitadas e incapaces de afrontar los altibajos de la vida.
Además, este salmo es un ataque a nuestra inclinación crónica de buscar la realización en todos los lugares, donde no se encuentra, menos en Dios. Este salmo también ataca nuestro pecado de autosuficiencia, esa obstinada independencia que nos hace estar decididas a solucionar nuestras propias necesidades a nuestra manera. Recuerda que lo que somos realmente capaces de hacer, por nosotras mismas, es infinitamente pequeño e insuficiente, comparado con lo que Dios puede hacer. Él nos ideó, de tal manera que viviéramos en una dependencia total y absoluta con respecto a Él.
¿Qué confianza podemos tener si Dios es nuestro pastor?
¿Cuál es la tendencia natural del ser humanos respecto a solventar las necesidades?
Oración:
Señor, perdóname porque muchas veces olvido que si eres mi pastor, nada me faltará. Gracias porque eres suficiente y puedes suplir cualquier necesidad. En el nombre de Jesús. amén.
Dios te bendiga
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