Sed de Dios
Salmo 42: 1-2
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?Los hijos de Coré comenzaron el Salmo 42 con la imagen de un ciervo bramando Cuando el ciervo brama está demostrando una desesperación interna que constituye un deseo ferviente e imposible de aguantar, en este caso que sufría de sed. Quizás la sed provenía de la sequía o de una persecución acalorada; de cualquier manera, el ciervo anhelaba y necesitaba agua. De la misma manera, el alma del salmista anhelaba y necesitaba a Dios.
Podemos pasar muchos días sin comer, pero la sed muestra una necesidad aún más urgente. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: El salmista no tenía sed de agua, sino de Dios. La bebida y la sed son imágenes comunes de la necesidad espiritual del hombre y la provisión de Dios. Aquí, el énfasis está en la desesperación de la necesidad.. todo su ser deseaba con desesperación sentir la presencia y la llenura de Dios.
El dinero, las posesiones, estatus, reconocimientos, logros, y hasta nuestras relaciones humanas más valiosas, no son suficientes. Nosotras tenemos necesidades tan hondas, que ni si quiera sabemos cómo satisfacerlas. ¡Tenemos sed!, una sed tan profunda y a veces no podemos determinar lo que estamos buscando, La Palabra de Dios nos ayuda a damos cuenta… ¡Que tenemos sed de Dios! ... porque nuestros corazones fueron diseñados para conectarse con Él.
Si estás sedienta, a lo mejor has estado bebiendo del agua equivocada, tratando de encontrar satisfacción en el mundo. y lo que ofrece. Acércate al Señor, sólo en Su presencia podrás encontrar esa agua que te saciará, y te dará las fuerzas necesarias para seguir adelante. Dios quiere saciarte de Su presencia.
¿Cómo describe el salmista su anhelo de Dios?
¿Qué es lo único que podía satisfacer su sed?
Oración:
«Señor quiero tener una firme relación contigo, que no pase ni un día sin buscar tu rostro, eres mi necesidad más profunda y gracias por estar atento a la voz de mi clamor.En el nombre de Jesús, Amén»
Dios te bendiga
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