Santificado sea tu Nombre
Mateo 6:9
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.La petición "santificado sea tu nombre" (Mateo 6:9) es la primera en el Padre nuestro. De inmediato, Jesús nos quita todo el protagonismo y dirige nuestra atención a Dios. Todo gira en torno a Él, a Su santidad y a Su obrar en el mundo. Jesús nos enseñó que debíamos empezar nuestras oraciones reconociendo al Dios al que oramos. Es un Padre amoroso que nos invita a Su presencia. Él se preocupa sinceramente por nosotras, pero además es un Dios santo y digno de todo honor, y nuestra primera prioridad es orar para que el mundo vea lo santo y glorioso que es.
“Santificado sea tu nombre” es una expresión de reverencia ante el santo nombre de Dios, que evita una confianza excesiva que nos lleve a la irreverencia con nuestro Padre celestial. No podemos usar su nombre a la ligera; recordemos que tanta era la reverencia de los judíos ante Dios, que usaban su nombre con mucho cuidado para no profanarlo, esa reverencia los llevó a sustituir la palabra Jehová por Señor (Adonai).
Santificar el nombre de Dios es ver su perfección moral que nos llevará a ver nuestra propia imperfección, la necesidad de limpiar nuestra vida y santificarla para poder servirle a Él. Un pecador en la presencia del Dios Santo queda abrumado, pues es Él quien toma la iniciativa para acercarse a nosotros, ofreciéndonos perdón y limpieza a través del sacrificio de su Hijo Jesús.
Pedir que el Nombre de Dios sea santificado proporciona la única base legítima para todas nuestras otras solicitudes. La gloria de Dios debe ser nuestro interés mayor y principal.Que Dios nos permita reconocerlo y honrarlo como tal. Que le damos a Dios el lugar supremo, que lo ponemos por encima de todo lo demás en nuestros pensamientos y afectos.
¿Qué quiere decir que el Nombre de Dios sea santificado?
¿Por qué Jesús pone esta petición en primer lugar?
Oración:
Padre, aquí estoy delante de ti, reconociendo tu majestad y santidad. Tu Nombre es Santo. Que tu sea alabado y reverenciado por Tu pueblo siempre. Que nunca mi vida deje de honrar o respetar Tu santo Nombre, en el nombre de Jesús, Amén
Dios te bendiga
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