Reflejemos a Cristo
Mateo 5: 14 - 16
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Empieza la época de navidad y la ciudad se llena de luces coloridas y adornos que nos recuerdan la alegría de la temporada. Y nos gusta el brillo de estas luces. Algunas de ellas son intermitentes, es decir, que prenden y apagan, luces que no permanecen encendidas, por lo tanto es una luz ornamental, no funcional.
Jesús le dijo a sus discípulos que eran la luz del mundo. Tú y yo somos luz:. Gracias a la luz podemos distinguir la realidad que nos rodea, nos facilita desenvolvernos en ella. Ser luz para otros es dejar que los valores de Jesús se manifiesten en nuestra vida y orienten nuestro camino. No andamos en la noche, ni en la oscuridad. Una luz verdaderamente funcional para alumbrar y guiar.
Seguimos a alguien que va con nosotras mostrándonos por dónde debemos andar. Viviendo así, nos convertimos en luz para los otros. También facilitando a los demás el conocimiento de Jesús. Ser luz implica iluminar el camino de aquellos que aún viven en tinieblas. Debemos no sólo anunciar sino demostrar que es posible conocer y vivir para Dios.
Algo importante a tener en cuenta, es que, nosotras siendo luz estamos expuestas a los demás, pueden vernos; y que al menos que nos ocultemos, o que nos confundamos con el entorno, la gente estará observando lo que hacemos. Que nuestros hechos reflejen a Jesús.
¿Qué ven los demás cuando nos miran?
¿Pueden ver a Jesús en nosotras?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/MZ56TfwqNCw
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