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Redefiniendo nuestra identidad - 23 de Junio 2023

Redefiniendo nuestra identidad

Lucas 8: 48

48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Dependiendo de lo que se diga, quién lo diga y cuándo lo diga, podemos encontrarnos creyendo una mentira sobre quiénes somos, incluso durante toda la vida. Un relato en las Escrituras habla de una mujer que otros etiquetaron y definieron por su condición: era conocida como la mujer con flujo de sangre. Su condición médica se convirtió en su identidad.

Esta mujer había sido condenada al aislamiento. Estaba aislada de los demás porque las mujeres con hemorragias, y cualquier persona o cosa que tocaran, se consideraban impuras. Probablemente experimentó soledad, miedo y vergüenza. Esta mujer estuvo en esta condición durante 12 años (Marcos 5:26). Pero a pesar de su condición, tenía fe suficiente para creer que si podía tocar el borde del manto de Jesús, podría ser sanada. Inmediatamente después de tocar el manto de Jesús, el sangrado paró y fue liberada de su sufrimiento. Me sorprende la respuesta de Jesús en ese momento. ¿Quién me ha tocado? (Lucas 8:45a,). Él sabía que ella necesitaba ser redefinida públicamente. Así que insistió: “… alguien me ha tocado , replicó Jesús; yo sé que de mí ha salido poder” (Lucas 8:46).

Jesús no le dejó otra opción a la mujer sin nombre, tenía que dar a conocer su presencia. Jesús podría haberla reprendido por tocarlo. Él podría haber condenado públicamente sus acciones, pero en lugar de eso, la escuchó pacientemente. Luego dijo: “Hija, tu fe te ha sanado… Vete en paz” (Lucas 8:48). Jesús no sólo la declaró sana; Él la llamó “hija”. No dijo “mujer sin nombre” o “mujer con flujo de sangre”, eligió un término íntimo y tierno. Con ese solo acto, dijo: «No estás sola. No estás aislada. No tienes una etiqueta. Eres una hija de Dios».

Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, nosotras también nos convertimos en hijas de Dios. No importa si antes éramos consideradas marginadas o vivíamos bajo una etiqueta que nos puso la humanidad. Aceptar nuestra identidad como hijas de Dios supera con creces cualquier identidad que se nos haya impuesto o se nos imponga. En Él, somos plenamente amadas y redefinidas. Él es nuestro Padre celestial; lo que Él dice acerca de nosotras es más importante que todo lo que nos hayan dicho anteriormente.

¿De qué etiquetas necesitas deshacerte hoy?

¿Cómo te anima el saber que eres redefinida como una hija de Dios?


Dios te bendiga

Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/yctupyr1_q4


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