¿Qué te produce temor?
Salmo 34:4
4. Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.¿Recuerdas algunos de tus primeros temores de cuando eras niña? Tal vez le tenías miedo a las alturas, a la oscuridad o a las inyecciones. O quizá era un miedo más profundo. Sin embargo no sólo nos enfrentamos a los temores infantiles, en la medida que crecemos otros tipos de temores pueden seguir acechándonos. El temor es algo que puede llegar a controlarnos por completo, incluso puede paralizarnos y evitar que hagamos lo que debemos hacer.
Dios sabe el efecto que el temor ejerce en nosotras, pero no sólo eso, Él también tiene una salida. Esto es de vital importancia. Experimentar la paz no significa desestimar el temor, negar debilidades o evitar el dolor. Se trata de aceptar nuestros miedos y permitir que Dios aporte sentido a todos los momentos duros que hemos soportado. Lograr esto produce paz interna, la cual luego mana hacia nuestras vidas externas.
¿Entonces a qué le temes? Aunque no podamos evitar el temor o ponerle fin al dolor en nuestras vidas, sí tenemos la promesa de que Dios está cerca para ayudarnos a enfrentar nuestros miedos y superar nuestro dolor. En,el Salmo 34:4, David dice: “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”.. David no negó aquello que le producía temor, pero sabía quién podía liberarlo de todos ellos, supo a quién acudir en esos momentos dónde sus temores eran mayores que su fe.
Sólo en Dios podrás encontrar las respuestas a todas tus inquietudes. Sólo Él puede ayudarte a solucionar todo lo que te desespera y te roba la tranquilidad. Él está cerca y Su presencia puede librarnos del temor. Ofrécele tus temores al Señor hoy. Cada amanecer de un nuevo día es un recuerdo de la ayuda que tienes en Él. Su amor perfecto echa fuera el temor (1 Juan 4:18)
¿Qué temor en específico puedes usar como una invitación para que Él Señor te ayude hoy mismo?
¿Qué experimentó David respecto a sus temores cuando clamo al Señor?
Oración:
Señor, hoy te confieso mi tendencia a tener miedo y a no confiar en Ti. Cuando me supere el temor, recuérdame a acudir a Ti por ayuda y a saber con seguridad que Tú tienes todo bajo control. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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