Personas ordinarias siendo extraordinarias
Hechos 4:13
13 Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús.
Jesús tenía en mente llevar a cabo el plan que su Padre le había encomendado, el cual consistía en la salvación de la humanidad por medio de su sacrificio en la cruz; pero, como sabía que esta salvación sólo podía ser posible mediante la fe en Él y en su obra redentora, y que para ello sería necesario compartir el mensaje del evangelio, quiso pues contar con personas comunes y corrientes para que, por medio de ellos, su obra salvadora pudiera traspasar fronteras y épocas.
Es por eso que, cuando caminaba junto al mar de Galilea, les hace un llamado particular a unos simples pescadores: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4: 18-20). Hoy, Jesús sigue buscando personas comunes y corrientes que, al igual que aquellos discípulos, hace más de dos mil años, sean capaces de seguirlo, para así ser convertidos en pescadores de hombres, para alcanzar a otros.
Si cada una de nosotras, obedecemos el llamado de Jesús, podremos ser usadas extraordinariamente, al igual que estos primeros discípulos, que terminaron experimentando y viviendo vidas extraordinarias, a tal punto que las personas importantes y de poder de su época, se maravillaban y reconocían que habían estado con Jesús (Hechos 4: 13)
Que hoy nuestro anhelo sea seguir a Jesús y convertirnos en pescadoras de hombres; si lo hacemos, estemos seguras que llegaremos a vivir vidas extraordinarias a pesar de ser mujeres ordinarias. Recordemos que ser pescadoras de hombres se trata de continuar con el plan de salvación de Dios y al final las repercusiones serán de carácter eterno.
¿Qué se requiere para ser pescadoras de hombres?
¿Cómo respondemos al llamado de Jesús a serlo?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/eEnn1MOBylo
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