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La oración de una mujer de fe - 6 de Mayo 2024

Actualizado: 6 may

La oración de una mujer de fe


1 Samuel 1: 27


27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.

En 1 Samuel 1 y 2 podemos leer acerca de  Ana, esposa de Elcana, ella no tenía hijos. Para una mujer, en el contexto judío, el no tener hijos era como una maldición de Dios. Ana se sentía posiblemente rechazada por Dios y  por otras personas. Tal vez se sentía sola, abandonada por Dios, sufriendo. Pero a pesar del sufrimiento, del dolor, del rechazo y la soledad, ella se levantó, tomó fuerzas en el Señor y no se dejó vencer por el problema, o por la dificultad. Su fe la llevó a clamar con perseverancia a Dios. (1 Samuel 1:9-12) 


Las circunstancias no detuvieron a esta mujer. Su oración es una clara expresión de su fe en Dios. Su llanto y su dolor se tornan en oración poderosa, sus lágrimas se tornan en adoración al Señor. Ella deja todo su dolor ante el Señor, y todo en ella cambió. Supo en quien había creído. Dios respondió su oración y le dio un hijo (1 Samuel 1:27), a quien llamó Samuel, y a quien dedicó al servicio del Señor, y quien llegó hacer juez y profeta en Israel.


 Aquella mujer que en un momento de su vida manifestaba aflicción, amargura y mucho dolor, ahora elevaba cantos  de alabanzas a Dios por sus maravillas (1 Samuel 2:1-10). Reconoce el poder que Dios tiene y que Él da vida a quién El quiere y también la quita a quién Él quiere, por lo tanto Ana reconoce que es Dios quien ha respondido su petición.


Una vez esta mujer recibió su milagro, regresó al templo para dar testimonio de la obra que Dios había realizado en su vida y a cumplir el voto que ella misma le había ofrecido al Señor. Llena de agradecimiento por la bondad de Jehová con ella, Ana hizo una oración de agradecimiento. Esta oración glorificó a Dios como el Inigualable. Ana dijo: “No hay nadie santo como Jehová, porque no hay nadie fuera de ti; y no hay roca como nuestro Dios.” (1 Samuel 2:2) En su propio caso Ana había experimentado que el Altísimo es como una roca firme, es decir, confiable y estable. Como ella, ciertamente podemos depender de Él.



¿Qué hizo Ana ante su situación agobiante y dolorosa?



¿Qué podemos aprender de Ana?



Oración:


Señor, que igual que Ana sepa llevar mis cargas y situaciones difíciles ante tí y pueda descansar en Tu presencia, en el nombre de Jesús. 


Dios te bendiga



 

 

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