La mirada en la dirección correcta
Salmo 121: 1-2
Cuando caminamos, en ciertas ocasiones, nos toca mirar hacia abajo para no tropezar y caer. Desafortunadamente, la tendencia a fijar la mirada hacia abajo no se limita a las caminatas. Nuestra visión interna también puede dirigirse hacia abajo, y mantener nuestra mirada hacia abajo puede provocarnos mucho temor, por eso es necesario que cambiemos la dirección hacia donde miramos.
Cambiar la dirección de nuestra mirada cambia nuestra perspectiva. Mantener nuestro enfoque en los problemas no tiene el poder para solucionarlos, Dios sí. Cuando nos enfocamos en las circunstancias terminamos hundiéndonos en ellas, porque no encontramos la solución, Pedro, el discípulo de Jesús, es un ejemplo de eso, mientras mantuvo su mirada en Jesús pudo caminar sobre las aguas, cuando vio las olas que le rodeaban se hundió y se llenó de temor (Mateo 14: 25-33).
El salmista nos recuerda esta verdad en Salmos 121:1-2: “A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del SEÑOR, creador del cielo y de la tierra”. Esa debe ser nuestra actitud, recordarnos a quien mirar y de quien viene nuestra ayuda y socorro. No distraer la mirada del Señor.
Hoy, cuando los desafíos llegan en oleadas, recordemos cambiar la dirección de nuestra mirada. Miremos y adoremos a Aquel que tiene el poder y el deseo de ayudarnos en nuestro tiempo de necesidad. Hebreos 12:2, también nos recuerda en donde deben estar posados nuestros ojos: en Jesús, autor y perfeccionador de la fe.
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/7y9M3etyH9c
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