La alabanza no depende de nuestras emociones
Salmo 103: 1
Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Una de las cosas más significativas que podemos hacer en la vida es alabar y adorar a Dios. Nada de lo que hacemos tiene más poder o nos puede cambiar como alabar al Señor. Es una de las formas por medio de la cual Dios nos transforma, cada vez que lo alabamos y lo adoramos, Su presencia viene a morar en nosotras y nos cambia el corazón, permitiendo que el Espíritu Santo lo suavice y lo molde para llegar a hacer lo que Él quiere que sea.
Debido a que la alabanza y la adoración, no son cosas que nuestra carne quiere hacer por naturaleza, debemos determinar voluntariamente hacerlo y debido a que no es lo primero que pensamos hacer debemos decidir hacerlo, sin importar las circunstancias. Por eso debemos decir como David en el Salmo 103: 1: “bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser Su santo nombre”. Debemos decidir alabar al Señor, no depende de que tengamos deseo de alabar a Dios o no, ni tampoco de nuestro estado de ánimo.
Por supuesto que cuanto más llegamos a conocer al Señor, más fácil nos resultará alabarlo Cuando llegamos al punto en que no podemos dejar de alabar a Dios, entonces estamos en el lugar en el que debemos estar: reconocer que Dios es digno de alabanza y adoración, sin importar las circunstancias.
Si te sientes sin motivación para alabar al Señor, lee el salmo 103 donde existen 20 razones para adorar a Dios, te darás cuenta que hay muchos motivos para adorarlo. Pídele a Dios que te haga una verdadera adoradora. La que Él desea que seas.
¿Qué entendió David en cuánto a la alabanza?
¿Cuál debe ser nuestra motivación para adorar al Señor?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/4lhsCGgbHH8
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