Firmes en la roca
Salmo 61: 2-3
2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, 3 Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo.
¿Te has sentido alguna como si caminaras en un terreno inestable ante las situaciones complejas de la vida? Y ¿Buscas un lugar firme y seguro? El rey David conocía bastante bien la realidad de vivir en tierra inestable. La pérdida, traición, derrota y las experiencias cercanas a la muerte, marcaron su camino al palacio. Sin embargo, como detalla el salmo 61: 2,3, David sabía exactamente qué hacer cuando la tierra inestable lo rodeaba: Llévame a la roca que es más alta que yo porque tú me has sido refugio y torre fortificada delante del enemigo.
Cuando las temporadas duras lo sacudieron, David aprendió que él podía plantarse y fijarse en la Roca firme, su Dios y defensor. Una y otra vez, David menciona a Dios como su Roca, un lugar de protección y perspectiva firme y fiable, reconfortante y seguro, incluso en los tiempos más oscuros (Salmo 18:2,31; Salmo 28:1; Salmo 62:7; Salmo 144:1).
El mismo Dios que apoyaba a David quiere apoyarte a ti también. Cuando llegan las temporadas duras, tú y yo podemos enfrentarlas con seguridad y confianza plantándonos y fijándonos en Dios, nuestra Roca. Recuerda lo que Dios ha hecho. Busca en Su Palabra y en tu pasado las pruebas de Su bondad.
Clama honestamente al Señor. Necesitamos ser auténticas y francas con nuestra Padre celestial. David lo hacía repetidamente, y nosotras lo podemos hacer también. Las temporadas duras nos obligan a tomar pasos más pequeños con una concentración intensa, Dios nunca nos abandona. Cualquiera que sean los temblores que sacuden el suelo debajo de nuestros pies, podemos aprender a plantarnos en Jesús. ¡Corramos a Él y encontremos la seguridad que anhelamos!
¿Piensas en Dios como tu cimiento firme?
¿Cómo sería si corrieras a Él para refugiarte justo en la temporada en la cual te encuentras?
Oración:
Señor, gracias por ser la Roca firme en que puedo estar segura. Ayúdame a refugiarme en Ti cuando las dificultades sacuden la vida. ¡Pongo mi confianza en Ti! En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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