Esconderse no es una opción
Mateo 5: 14-16
14 »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse. 15 Tampoco se enciende una lámpara para cubrirla con una vasija. Por el contrario, se pone en el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos.Quizá tú seas como yo y hayas intentado, más de una vez, pasar desapercibida, tratas de que nadie se fije demasiado en tI y buscas esconderte, o incluso quisiéramos hacernos invisibles. Como hijas de Dios, no fuimos creadas para existir en la sombra. Jesús declara esta verdad en Mateo 5:14: “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse”. Así que pensemos en eso.
Incluso como seguidoras de Jesús, muchas de nosotras permanecemos ocultas en la oscuridad por miedo a revelar toda la potencia de nuestra luz. Tal vez tenemos miedo al rechazo, o tal vez no estamos seguras de cómo usar el poder de Su luz. Estamos llamadas a brillar en la oscuridad, no a esconder nuestra luz, que no es otra que la luz de Cristo en nosotras.
Cuando vivimos la plenitud de Cristo a la vista de todos, bajo la luz de Jesús nos mantenemos firmes en la fe, nuestra postura es confiada, no cohibida, y nuestras voces son firmes, no temblorosas, mientras revelamos cómo el amor de Jesús nos ha transformado. Así damos testimonio de la luz y glorificamos a nuestro Padre celestial. Cuando salimos de las sombras podemos encontrar con valentía maneras de hacer que la gente se sienta comprendida, vista y amada, porque sabemos que todos los que nos encontramos necesitan desesperadamente oír cómo Jesús salva, necesitan ver brillar la luz en medio de la oscuridad.
Estamos llamadas a aceptar la tarea de mantenernos firmes como seguidoras de Jesús, “la luz del mundo” (Juan 8:12). Muchas de nosotras nos enfrentamos diariamente a batallas ocultas. Por mucho que queramos ocultar nuestras luchas y mostrarnos valientes para demostrar al mundo que “podemos con esto”, es la luz de Cristo la que nos mantiene en marcha. Resistamos la tentación de retroceder temerosamente en un segundo plano. El mundo quiere y necesita desesperadamente ver la luz de Dios en acción, a través de nosotras, para que Su gloria sea visible para todos.
¿Qué motivos te han llevado a no hacer brillar ante los demás la luz de Jesús?
¿Qué puedes hacer hoy para ser una luz muy necesaria para alguien?
Oración:
Señor, ayúdame a alejarme de las cosas que me impiden brillar para Ti. Lléname con Tu Espíritu de poder para ayudarme a compartir con valentía Tu amor y bondad con los demás. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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