En Jesús encuentras libertad y sanidad
Juan 5:6
6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?La sanidad, de nuestras emociones y la libertad, inician cuando confesamos nuestros pecados a Jesús Una vez Jesús le preguntó a un hombre que necesitaba sanidad física, “— ¿Quieres quedar sano?” (Juan 5:6). ¡Qué pregunta más extraña! ¿Por qué Jesús preguntaría eso? ¿Quién no desearía ser sanado? Lo más seguro es que ese hombre deseaba y necesitaba a sanidad, no sólo de su cuerpo, era un hombre que se sentía rechazado, excluido de la sociedad, necesitabna sanidad del alma.
La redención sucede cuando el poder de Dios se cruza con nuestra desesperación por experimentar la redención. La sanidad comienza cuando la deseamos más que lo que piensen los demás. Los líderes religiosos del tiempo de Jesús, también tuvieron quebrantamientos, pero cada uno de sus encuentros con Jesús fue un fingimiento de perfección en lugar de un grito por liberación.
Imagínate ahora mismo que te encuentras con Jesús. Él te mira con una mirada compasiva y profunda. Él conoce tus luchas y tus heridas. Él te pregunta, «¿Hija, quieres ser libre?».El anhela darnos sanidad y libertad, para eso murió en la cruz. Recuerda que no estas sola, Dios te ve. Su sanidad, perdón y redención son para tí.
En los relatos de los evangelios, Jesús a menudo sanaba en un instante. Pero Él también obra a través del tiempo, y para muchas de nosotras, la sanidad es un viaje que inicia con una decisión a hacer lo que Él pida de nosotras para hallar libertad. Empieza por reconocer nuestra necesidad de ser libres y recibir la sanidad en nuestras emociones. Recuerda que Él vino a darte vida en abundancia, y eso implica sanidad, redención y libertad.
¿Existe un área de tu vida necesitas sanidad?
¿Qué esta impidiendo alcanzar la sanidad que necesitas?
Oración:
Señor, quiero agradecerte por Tu amor y perdón eternos los cuales me concediste a través de la muerte y resurrección de Jesús. Dame la fe para creer que Tú has venido a liberarme de la cautividad. Demuéstrame cómo decir «sí» a la sanidad y libertad que Tú me estás ofreciendo. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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