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El Shaddai - 30 de Julio 2024

El Shaddai



Rut 1: 20-21


20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?

En el libro de Rut, capítulo 1 leemos la historia de Noemí, cuya vida estuvo marcada por la desgracia al perder a sus dos hijos y a su esposo. Noemí permitió  que la amargura la definiera por completo, tanto que llega a cambiarse el nombre por Mara, que significa amarga. Deja bastante claro con sus palabras que está culpando a Dios de todo: Dios me ha puesto en gran amargura,, Dios me ha hecho regresar vacía, Dios me ha afligido.(Rut 1: 20-21)


Noemí, al referirse a Dios, usa el término El Shaddai. Este nombre divino implica fuerza, poder y omnipotencia (El), combinado con el significado de «uno que tiene pecho» (Shaddai), indicando a Dios como aquel que nutre, suple y satisface como una madre a su bebé..Sin embargo, Noemí no confiaba plenamente en esta verdad sobre su Dios.   Y este mismo Dios, que provee y satisface, mostró destellos de esperanza, incluso en medio de la amargura de Noemí. Sin embargo, la amargura puede cegarnos ante la realidad de que Dios controla los detalles. 


Si Noemí hubiera comprendido la providencia de Dios, habría visto cómo Él estaba guiando cada aspecto de su vida: desde acabar con la hambruna (Rut 1:6) hasta dirigirlas al lugar donde Rut encontraría a Booz  ( Rut 2), quien las redimiría. La aflicción nos da una visión limitada de lo que Dios está haciendo. Noemí no podía ver que Dios estaba moviendo los hilos para hacerla partícipe de un evento grandioso en la historia: el nacimiento del Salvador. Noemí estaba centrada en el presente, en toda su aflicción. La aflicción de Noemí no era el final de la historia.(Rut 4:13-22)


Podemos confiar en la providencia de Dios y mantener la esperanza,en medio de las dificultades, sabiendo que nuestras historias personales son parte de un plan más grande. Dios, El Shaddai, está guiando cada detalle de tu vida, incluso las aflicciones presentes, pasadas y futuras. Recuerda que Dios está obrando detrás de escena. Aunque las aflicciones puedan continuar, no son el verdadero final. La gloria venidera superará con creces cualquier dolor presente.Porque considero que los sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. (Romanos 8:18) La providencia de Dios nos ayuda a ver nuestras aflicciones con esperanza como parte del plan divino.



¿Qué aprendemos del nombre Shaddai?


¿Cuál debe ser  nuestra esperanza aún cuando no hayan pasado las situaciones difíciles?



Oración:


Señor, que pueda confiar siempre en que Tu providencia me ayuda a ver las dificultades como parte de Tu plan divino. Amén



Dios te bendiga


 
 

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