El mejor lugar para el corazón herido
Salmo 34: 18
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.
Una definición de “pertenencia” es “el sentimiento de seguridad y apoyo cuando hay un sentido de aceptación, inclusión e identidad para un miembro de un grupo determinado”. Cuando pertenecemos, estamos justo donde se supone que debemos estar. Nuestra fuente fundamental de pertenencia en medio de nuestro quebrantamiento es Dios mismo: “Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, Y salva a los abatidos de espíritu” (Salmo 34:18).
En nuestro dolor, nuestro amoroso Padre celestial corre hacia nosotras, está cerca de nosotras y nos consuela con Su presencia y la paz que sólo Él puede brindarnos. En nuestro dolor, debemos estar cerca de nuestro Salvador. Es el mejor lugar para refugiarnos.
Pero cuando las circunstancias destrozan nuestras vidas, en lugar de permitir que Dios se acerque y una nuestros pedazos rotos, creo que a veces nos alejamos. En lugar de permitir que Dios cuide nuestras heridas, las cubrimos y nos retraemos. Después de todo, las heridas duelen y tememos que exponerlas causará más dolor. Al igual que ocurre con una herida física sin curar, las heridas del corazón sin tratar se vuelven cada vez más sensibles. Aunque estén tapadas, las heridas empeoran y, si no se curan, la infección se propagará y provocará aún más dolor.
El primer paso para sanar es llevar nuestro quebrantamiento a Jesús. En lugar de tratar incansablemente de arreglar las cosas nosotras mismas, podemos dejar que Jesús vuelva a unir los pedazos rotos de nuestros corazones. Dios no quiere que pasemos nuestras vidas tratando de mantener la compostura todo el tiempo. Él quiere sanarnos, llenarnos y guiarnos hacia el descanso que se encuentra en Sus brazos cuando le pertenecemos.
¿Qué necesitas llevarle a Jesús hoy para que Él pueda sanarte y guiarte al descanso que se encuentra en Sus brazos?
¿Cómo lidias con la heridas del corazón que aún no han sanado?
Oración:
Señor, sé que ves las heridas en mi corazón.. Deseo que me sanes y me des el descanso que se encuentra en Tus brazos. Dame el valor para confiar en Ti. Guíame al sentido de pertenencia que creaste para mí. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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