Dios me conoce
Salmo 139: 1-5
Señor , tú me examinas y me conoces. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.3 Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.4 No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda.Dios es omnisciente y conoce todo acerca de nosotras. Conoce nuestros pensamientos, aún antes de que lleguen a nuestra mente. Sabe lo que vamos a hacer, antes de que lo hagamos. Él sabe todos nuestros movimientos. desde que nos levantamos, hasta el momento en que vamos a la cama, en la noche, aún cuando estamos inconscientes por el sueño él nos vigila. Dios nos rodea donde quiera que estemos, no hay lugar donde podamos ir sin que Dios no esté presente. Está en nuestra experiencia más excelsas, así como en los valles de nuestra aflicción (Salmo 139: 1-3)
Para Dios no hay secretos, ni confusión en cuanto a descifrar nuestros más íntimos y profundos pensamientos. Ante Él somos un libro abierto y nada le ponemos ocultar. No solo conoce lo que hacemos en un día, sino que conoce todo de nuestra vida, aún desde antes de la concepción y aún después de nuestra muerte
La reacción de David es de asombro, se maravilla por la grandeza de Dios y el reconocimiento de las limitaciones humanas. La omnisciencia de Dios produce profundo asombro en el creyente, que reconoce la gran misericordia de un Dios tan grande que condesciende en interesarse en seres humanos, como nosotras. débiles y frágiles; y lo que más debe enternecer , es que a pesar de conocernos tan bien, no nos deja de amar
Esta gran verdad debe llenarnos de confianza, porque tenemos un Dios que está atento a todo lo concerniente a nuestra vida. Su amor nos rodea y Su mano está sobre nosotras. Nos cuida y vela por nosotras.. Recordemos que de Él no nos podemos esconder, y ese pensamiento debe hacernos evitar pecar contra Él.
¿Qué conoce de Dios de nosotras?
¿Cuál debe ser mi actitud ante esa verdad?
Oración:
Señor, me maravillo ante tu omnisciencia, me sobrecoge saber que conoces todo de mi. Gracias por tu inmenso amor hacia mi. En el nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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