Dios el amoroso labrador
Juan 15: 1-8
Versículos destacados 1-2. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
En Juan 15: 1-8 leemos acerca de la vid y los pámpanos. Esta parábola muestra el necesario crecimiento que debe experimentar todo creyente, muestra el papel de Dios como labrador de Su huerto, que vela por el crecimiento de Sus hijos. No olvides que Dios hace la poda con Sus manos amorosas.
Para los que permanecen en Jesús, la poda tiene un propósito productivo y poderoso. Todos los agricultores y jardineros saben que deben podar si quieren que sus granjas y jardines florezcan. Asimismo, debemos ser podadas por nuestro Padre, quien sabe exactamente qué obstáculos quitar de nuestras vidas, si queremos florecer con el fruto del Señor.
Se espera que estemos constantemente unidas a Jesús, quien es la vid (fuente de la vida) y donde Dios labra, como requisito para ser productiva y fructífera. Fuera de Cristo no hay vida, ni fruto. La comunión con Dios es esencial para experimentar la vida, y poder dar fruto. Se espera que demos fruto, mucho fruto. Para eso somos podadas (Juan 15:2, 8). No hay cabida en el reino de Dios para las ramas que no llevan fruto.
Ningún cristiano está exento de la poda. La poda es indispensable para el crecimiento, la sanidad y la productividad como creyentes. Dios, como labrador de la viña, nos conoce bien y mira más allá de lo que nosotras podemos ver. Por eso, hay ocasiones y situaciones difíciles de llevar y Dios nos poda y limpia a través de ellas para que llevemos más frutos. Así crecemos y maduramos. Haciéndonos más fuertes con la confianza en el Señor y podemos ser como Jesús quien es la vid verdadera.
¿Qué está podando el Señor en tu vida en este momento?
¿Cuál es el propósito de la poda?
Oración:
Señor abre mis ojos para ver que Tú me estás podando para un propósito mayor. Ayúdame a permanecer en Ti, morar en Ti y crecer en Ti. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
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