Cuando no se cumplen nuestros sueños
Salmo 27:4
4 Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.Muchas veces nos ha tocado renunciar a nuestros sueños, sintiéndonos frustradas y algo desconcertadas. ¿Cómo miramos nuestras vidas cuando reconocemos los sueños que han muerto? ¿Cómo descubrimos nuestro propósito cuando el camino que hemos dejado atrás y el que tenemos por delante no es el que esperamos, cuando los trabajos no resultan, cuando los matrimonios fracasan y cuando las oraciones no obtienen respuesta?
Ante esto reflexionemos en el Salmo 27:4 que dice: “Una sola cosa pido al SEÑOR y es lo único que persigo: habitar en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida”. Lo cierto es que los sueños muertos dan una nueva dirección a nuestras vidas, pero no existe riesgo alguno cuando acudimos a Dios, incluso cuando mueren los sueños, la vida nos lleva por desvíos y los anhelos se convierten en derrotas, con Él no hay posibilidad ni ningún riesgo de que Él falle.
No puedo decirte que al final todos tus sueños se harán realidad, ni tampoco puedo decirte que deberías aferrarte a cada sueño hasta el último momento. Lo que sí puedo decirte, es que puedes aferrarte a Jesús. Aunque muchos sueños, necesidades y deseos demanden de nuestros corazones mucha confianza, pase lo que pase, que Él sea al Único que busquemos por encima del resto. El Único en el que confiamos que siempre va a satisfacer todo nuestro ser.
Bien vale la pena que nuestro principal anhelo sea buscar Su presencia con empeño todos los días, allí encontraremos plenitud y realización. Dios siempre tiene lo mejor para nosotras, aún cuando nuestros sueños no se hacen realidad. Rindamos todos nuestros sueños a Él, y pidámosle que Sus sueños para nosotras sean los nuestros. No nos sentiremos defraudadas.
¿Qué sueños aún no has cumplido?
¿Cómo te sientes ante eso?
Oración
Señor, guíame incluso cuando mis sueños se posterguen o incluso no se realicen. Que pueda anhelarte siempre y solamente a Ti, y que pueda cambiar mis sueños por los que tienes para mi. En el Nombre de Jesús, Amén.:
Dios te bendiga
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