Como el aire que respiras
Job 33: 4
4 El Espíritu de Dios me hizo,Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
En mis años de adolescencia sufría mucho de alergias respiratorias, y me daba ataques de tos excesiva. En esos momentos el cuerpo, de manera incontrolada e impulsiva, nos lleva a toser repetidas veces para tratar de sacar del organismo aquello que está obstaculizando su respirar, y aunque en esos momentos intentas calmarte y tratar de inhalar y exhalar con normalidad no puedes hacerlo, llega ser desesperante.
Es fácil darnos cuenta cómo se altera nuestro cuerpo cuando falta algo tan vital como el aire, pero qué difícil es notar la afectación en nuestro espíritu cuando lo que falta es pasar tiempo con Dios. Físicamente tu organismo te está alertando de que hay un problema.
Pero ¿qué pasa en lo espiritual? Pareciera que no hay alertas, porque puedes seguir tu vida como si nada, pues estás viva, caminas, respiras, comes, etc. Pareciera ser que nada pasara, pero ¿será esto cierto? Claramente el no buscar a Dios nos afecta, afecta todas y cada una de las áreas de nuestra vida
Así como buscamos en momentos de enfermedad a un experto, para que nos diagnostique y nos dé una solución, deberíamos hacer lo mismo en nuestra parte espiritual, buscar a Dios, quien es el único que llega a áreas desconocidas y profundas de nuestro corazón. Dios mismo es nuestro respirar. Job reconoce que fuimos creados por el aliento de Dios (Job 33:4), por eso relacionarnos con Dios es tan vital como respirar, y en realidad nada puede sustituirlo.
¿Cómo afecta tu vida el dejar de relacionarte con Dios?
¿Qué puedes hacer para intensificar y priorizar tu relación con Dios?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/ucRaMTKboMU
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