Aprendamos contentamiento
Filipenses 4: 11-13
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
¡Nuestro mundo promueve el desencanto en nuestras vidas! Estamos constantemente bombardeadas con cosas nuevas y mejores que harán nuestras vidas más completas… ¡Sí solo las tuviéramos! Si escuchamos al mundo, siempre estaremos comparando los estilos de vida y las posesiones de otra gente con las nuestras… ¡y siempre estaremos envidiosas y descontentas! Si nuestro contentamiento viene de las posesiones, actividades, o de otra gente… ¡Las podremos perder en cualquier momento!
El contentamiento es lo que nos lleva a estar felices y a disfrutar la vida sin importar el lugar y las condiciones en las que vivamos. Hay que aclarar que la Palabra de Dios nos invita a estar contentos mas no conformes y tú debes hacer el mayor esfuerzo posible por prosperar. El contentamiento es un principio que no adquirimos por una oración sino que es algo que debemos aprender a desarrollar. En esta ocasión Pablo le dijo a los filipenses que había aprendido a estar contento sin importar la condición en la que se encontraba. Sabía vivir en escasez como en abundancia. (Filipenses 4; 11)
Si nuestro contentamiento viene de nuestra relación con Cristo… ¡No hay nada ni nadie que nos lo pueda quitar! Pablo había gozado del poder y el estatus entre su gente. Pero también había estado preso, encadenado en una celda, sin embargo, él podía perderlo todo, Y aún así… ¡Estar lleno del gozo del Señor! Su contentamiento no dependía “de su medio ambiente” sino de su relación con Cristo. El contentamiento te hace gozar de todas las cosas buenas que Dios te ha dado. El contentamiento demuestra tu fe. de que Dios te ama , y que tiene lo mejor para ti en mente.
El descontento viene de la ingratitud, y de no creer que Dios es suficiente para proveer todo lo que necesitas. ¡Un corazón agradecido no tiene lugar para la envidia! Sin embargo, cuando la vida se vuelve dura, es difícil encontrar contentamiento. El contentamiento no es algo que se encuentra, sino algo que se aprende. Pablo habla por experiencia, él había pasado por los dos extremos: la abundancia y la pobreza, y él sabía cómo lidiar con los peligros de ambos. Este era su secreto.
¿Qué actitud tienes cuando enfrentas periodos de escasez en tú vida?
¿Alabas a Dios con la misma intensidad que lo alabas cuando hay abundancia y todo te está saliendo bien?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/3JTgZ8UcL7E
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