Adora a Dios
Juan 4: 24
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Al observar el encuentro de la mujer samaritana con Jesús, podemos darnos cuenta de que ella le pregunta por el lugar correcto para adorar a Dios, pues los samaritanos lo adoraban en un monte, mientras que los judíos lo hacían en Jerusalén; y es entonces cuando nos encontramos con la respuesta del Señor, Él le dice que es en espíritu y en verdad como Dios quiere que le adoren (Juan 4: 24)
Por lo cual, podemos aseverar que el lugar donde se adora no es más importante que la persona que adora, porque el Señor no busca que nos esforcemos por llegar a determinado sitio o que seamos diligentes en embellecerlo, Él lo que realmente quiere es que la persona que lo adore lo haga de corazón y siendo sincero. Que nuestra adoración no sea de labios para afuera ni para que nos vean; que cuando nos dispongamos para alabar y adorar a Dios sea de manera transparente, producto de una relación Padre e hija por medio de Jesucristo y su Santo Espíritu que en nosotras habita.
El apóstol Pablo describe la verdadera adoración en Romanos 12:1 “Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. Este pasaje contiene todos los elementos de la verdadera adoración. En primer lugar, está la motivación para la adoración: “la misericordia de Dios” Misericordia es todo lo que recibimos de Dios sin merecerlo: Su amor, la salvación, el gozo, la paz, el perdón y la vida eterna. Estos maravillosos dones deben motivarnos a derramar la alabanza y acción de gracias, en otras palabras, adorarlo.
También el pasaje es una descripción de la forma de nuestra adoración; presentando nuestros cuerpos en sacrificio vivo y santo, esto significa darnos a nosotras mismas, todo nuestro ser, esto implica nuestro corazón, nuestra mente, pensamientos, actitudes, deben ser presentados en total rendición ante el Señorío de Dios. La adoración no se limita a un tiempo en el culto dominical, es en todo momento de nuestra vida, y la forma más elevada de adoración es nuestra obediencia a Él.
¿Cómo debe ser nuestra adoración al Señor?
¿De qué manera nuestra obediencia es una forma de adoración?
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/EEoeULIBN3E
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