Jesús, la piedra principal
1 Pedro 2: 6
Si analizamos este versículo, podemos darnos cuenta que todo el énfasis recae sobre la gloriosa persona de Jesucristo. El derribó toda barrera que nos separaban de Dios. Como dice el apóstol Pedro es el primero, El más importante por toda su obra redentora.
Esa obra es la base de toda nuestra vida cristiana y de nuestra fe. Que maravilloso que podemos descansar en esa verdad inmutable. Debemos edificar nuestras vidas sobre ese fundamento, en realidad no hay otro. Es la piedra escogida y preciosa.
Cristo es la piedra angular del edificio, es quien une a todos los creyentes en un único templo santo y eterno y lleva el peso de toda la estructura. Es la piedra sobre la que se edifica la iglesia, la piedra más importante de todas. Es llamado piedra, para enseñarnos que Él es nuestra protección y seguridad. La piedra angular de una edificación es aquella sobre el cual toda la edificación está basada, ella no se alinea a nada, sino que todo se alinea conforme a ella, es decir, que es la directriz.
Aunque el marco del mundo se caiga a pedazos, quien está construido sobre ese fundamento puede estar confiado y no temer. No será avergonzada, estará firme a pesar de todas las circunstancias de la vida.
Pensemos un momento sobre que estamos alineando nuestra vida. ¿Qué guía nuestras decisiones? Debemos poner a Cristo como la piedra angular de nuestras vidas y dejar que todo nuestro ser se alinee a Él y no pretender que Él se alinee a nosotras, como muchas veces equivocadamente hemos tratado de hacer. Él debe ser quien nos guíe y dirija.
Que descansemos sobre el más firme cimiento que pueda existir, sabiendo que nada nos podrá mover.
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