Dios restaurador
Salmo 80: 3
Hace unos días se me cayó un objeto muy especial para mí, porque era un regalo que me habían dado en navidad. Tomé los pedazos y fui poniéndolos en su lugar, y pegándolos uno a uno y quedó como nuevo. Me parecía increíble que todo estuviera en su puesto y ni me acordaba que se había roto.
Esto me hizo recordar que hay personas especialistas en restauración. Que se encargan de que monumentos y antigüedades permanezcan en perfecto estado. Restaurar es volver algo a su estado inicial, como era antes de deteriorarse.
Hay alguien que es el mejor restaurador que existe. Dios es especialista en tomar vidas, corazones destrozados y hechos pedazos y no sólo repararlos, sino hacerlos nuevos. En el Salmo 80: 3 vemos un clamor del salmista por una restauración. Pide que Dios restaure al pueblo y les muestre su bondad.
Esta puede ser una oración personal también. Muchas de nosotras hemos vivido situaciones que han dejado nuestras vidas rotas, que han dañado nuestro corazón y sentimos que nada podrá repararlas. Precisamente es cuando necesitamos que el Dios restaurador actúen.
Es allí que Dios obra con Su mano restauradora y sanadora. Podemos llegar ante Su presencia con nuestros pedazos y puedes ver el milagro de verlo restaurado y sano.
Si ese es tu caso no dudes en hacerlo, Él anhela tomar nuestra vida y restaurarla para que sea lo que en Su propósito Él quiere que sea.
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