Escuchar es mucho más que simplemente recibir información
Santiago 1: 22
¿Sabías que cada vez que escuchas la Palabra de Dios, ya sea en tu devocional o en la predicación de tu pastor, tendrás que hacer algo respecto a lo que escuchaste?
¿Cada vez que no haces algo respecto a lo que escuchaste, sabes lo que estás haciendo? Estás haciendo un camino en tu corazón donde la semilla no penetrará fácilmente la próxima vez, estás endureciendo tu corazón, este se vuelve insensible a lo que Dios quiere decirte.
En otras palabras, no solo escuches con tus oídos físicos. Asegúrate de escuchar con los oídos del corazón, que estos sean abiertos y la Palabra penetre a lo más profundo de nuestro ser.
Es por esto que Santiago nos dice que no seamos solo oidores de la Palabra si no hacedores (1:22, parafraseado). Es por esto que el autor a los Hebreos dice en el capítulo tres: «Antes exhortaos los unos a los otros cada día…no sea que alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado» (v. 13).
¿Sabes lo que quiere decir? Que a tu corazón le toma menos de 24 horas pasar de ser una tierra blanda a ser una tierra dura. ¿Y cómo es que sucede esto? Sucede cuando escuchas algo de la Palabra de Dios, pero no haces nada al respecto., eres indiferente a la Palabra.
Por ejemplo cuando escucho algo otra vez y siento como: «Ya había escuchado yo eso antes, yo ya sé eso». Esto no penetra en mi corazón, y eso es peligroso. Es por eso que necesitamos meditar en la Escritura, y asegurarnos de que cada vez que nos expongamos a ella, respondamos en adoración, oración, alabanza, arrepentimiento y obediencia. Lo que sea que la Palabra nos esté exhortando a hacer.
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