El Carácter
Mateo 11: 29
A Dios le interesa el obrero tanto como la obra. Por eso, a menudo, invierte más tiempo en preparar al obrero que en usarle para llevar a cabo Su obra. Un ejemplo de esto es Moisés. Moisés pasó 80 años preparándose para su asignación de 40 años. Para poder sacar al pueblo de Israel del cautiverio de Egipto, Dios tuvo que tratar con Él, por eso lo llevó al desierto y moldeó su carácter.
Después de ese trato, Dios mismo dijo de Moisés, que era el hombre más manso de la tierra (Números 12: 3). Cuando su carácter estuvo formado, Dios lo pudo usar.
En la Biblia vemos muchos personajes con los cuales Dios trató y fueron grandemente usados por Dios.
Si en nuestro corazón está el deseo de ser usadas por Dios para extender Su Reino, es necesario que trate con nosotras, ser moldeadas en nuestro ser, en nuestro carácter, para ser más como Él. Así como Él es manso, tierno y humilde (Mateo 11: 29), debemos serlo nosotras. Muchas veces nos hemos endurecido y nos rehusamos a cambiar. No es fácil para nosotras por nuestros propios esfuerzos, sólo cuando rendimos nuestras vidas al Señor, Él puede hacer de nosotras las mujeres que Él quiere que seamos.
Él quiere hacer de nosotras instrumentos útiles en Sus manos para Su gloria y Su honra. Dejemos que siga obrando en nuestras vidas, que moldee nuestro carácter y cada día sea glorificado en nosotras.
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