El ejemplo de los cristianos de Berea.
Hechos 17: 11
¿Cuántas veces has ido a la iglesia y escuchado el sermón de tu pastor, sintiéndote
inspirada, y luego al llegar a tu casa abriste tu Biblia y “examinaste” para ver si lo que habías escuchado era verdad (ojo, no para criticar, ni para ver si el pastor se equivocó)? Tal vez no con mucha frecuencia. ¿Asistes a la iglesia con “gran ahínco” para escuchar la Palabra de Dios, pero, a diferencia de los Bereanos, tu aprendizaje se detiene ahí?
Los judíos en Berea se tomaron seriamente al estudio de la palabra predicada a ellos, por eso Pablo los resalta y pone de ejemplo. Ellos no sólo escucharon a Pablo predicar en la sinagoga los sábados, todos los días buscaron las Escrituras, y compararon lo que leían con los hechos relacionados con las mismas. La doctrina de Cristo no le teme a la investigación; puede pasar cualquier escrutinio, pues la verdad absoluta. Pablo llama a los bereanos nobles, y fueron verdaderamente nobles porque hicieron de la Escritura su gobierno. A diferencia de los cristianos de Tesalónicas, que tenían muchos prejuicios, los de Berea fueron humildes y con toda solicitud indagaron lo que la Palabra de Dios decía, no fueron indiferentes a la predicación de Pablo, en realidad su actitud nos muestra la relevancia que la Palabra de Dios tenía en sus vidas.
Princesa que podamos ser como los cristianos de Berea, recibiendo la palabra con toda la disposición de nuestra mente y corazón, y buscar cada día las Escrituras, deleitarnos en ellas, escudriñarlas. Cada día se levantan enseñanzas, que a simple vista pueden parecer buenas, sonar bonitas, pero que no están acorde a lo que la Biblia dice, recuerda que la Biblia es nuestra absoluta autoridad y lo que no esté acorde a ella debemos rechazarlo.
Un estudio detallado y sistemático de las Escrituras nos permite crecer y madurar en nuestra vida cristiana. Así que te animo a estudiar y escudriñar cada día lo que Dios te dice en Su Palabra.
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