26 de Noviembre del 2020

Obediencia es igual amor

Juan 14: 15

Hay dos películas en las que a sus personajes principales se les hace fácil obedecer: Forrest Gump y Ella está encantada. En la primera: Forrest, por una condición en su desarrollo cognitivo obedece a la primera orden, tanto que son célebre sus palabras: “Es fácil el ejército, sólo tienes que obedecer”. En ella está encantada, Ela, está bajo un hechizo que la obliga a obedecer, tanto que quieren ordenarle que asesine al heredero al trono.

En realidad a los seres humanos nos cuesta obedecer, por eso estas condiciones especiales que se muestran en estas películas. Nota que obedecen, no porque les nazca, sino porque no podrían negarse a hacerlo. Que fácil hubiese sido para Dios, habernos condicionados o programados, a obedecer sin cuestionar y sin que nos lo dijera dos veces. Pero Dios quiere que nuestra obediencia sea una respuesta natural a su amor, que sea la manera de demostrarle que le amamos. Jesús dijo en Juan 14: 15: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos”. Cuando lo amamos nos deleitaremos en obedecerlo, no será molesto, ni una pesada carga para nosotras.

Dios nos da la libertad de escoger obedecerle o no. El resultado de esa elección puede ser vida o muerte. La obediencia trae vida a nuestras vidas. Él desea que escojamos la vida, como consecuencia de obedecer sus preceptos.

No hay nada que deleite más al Señor que le obedezcamos. Samuel lo expresó claramente a Saúl, obedecer es mejor que los sacrificios 1 Samuel 15: 22

Si queremos deleitar a Dios y verlo sonreír obedezcamos sus preceptos, le estaremos mostrando que realmente le amamos.