El primer Amor
Apocalipsis 2: 4
Jesús tiene un reclamo contra la iglesia de Efeso que ha dejado el primer amor, ellos hacían buenas obras, pero se habían olvidado de Él (Apocalipsis 2: 2 - 3). Dios desea ser el primero en nuestras vidas, El quiere que nos enamoremos de Él, que estemos apasionadas por El, como no lo estamos por nadie, ni nada más.
Cuando se habla de dejar el primer amor es que ya no encontramos deleite en Él, ya no anhelamos Su presencia, ni adorarlo, ya no nos reunimos, ya no nos deleitamos en la lectura de la Palabra, cuando el mundo nos seduce y cada vez nos atrae más.
Dios reclama el amor de sus hijos, el primer y más grande mandamiento es amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Marcos 12: 30). Él exige todo de nosotras.
Cuando sintamos que vamos dejando ese primer amor, recordemos que el amor de Dios por nosotros fue tan grande que Jesús derramó hasta la última gota de su sangre sólo por amor. El nos amó primero, ¿No debemos rendirnos ante ese derroche de amor?
Mantén avivado ese amor en comunión, leyendo Su palabra, orando, alabando Su nombre. Recuerda que el amor de Dios es eterno, infalible, incondicional. Que el sea nuestro primer y último pensamiento de cada día, cuando le amamos será un deleite obedecer sus mandamientos y cultivar nuestra comunión con Él.
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