24 de Septiembre del 2020

Su voluntad

Mateo 6: 10

Te has preguntado ¿Por qué tu oración no ha sido respondida? Me imagino que, al igual que yo, te has hecho esa pregunta no una, sino muchas veces. La verdad es que muchas de nosotras tenemos un concepto errado de lo que es la oración, no es algo mágico con lo que podemos recibir lo que queramos.

La oración no es para torcer el brazo de Dios y que haga lo que nosotras deseamos. Dios es soberano y debemos someternos a Su voluntad. Jesús nos enseñó a orar de esa manera (Mateo 6:10) Que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo, y Él mismo nos dio ejemplo cuando en el huerto del Getsemaní, sometió su propia voluntad a la del Padre, sabiendo todo lo que iba a padecer.

Cuando nosotras oramos debemos pedir que se haga la voluntad de Dios y no la nuestra, aunque nos parezca que no es lo mejor. Siempre debemos recordar que esa voluntad es buena, agradable y perfecta (Romanos 12: 2).

Como un Padre bueno, Él está dispuesto a darnos lo mejor porque conoce que es lo mejor para nosotras y lo que realmente necesitamos. Una mamá no le dará a su hijo un pedazo de torta al desayuno, por mucho que llore y se lo pida. Ella sabe que no es lo que necesita su hijo a la hora del desayuno y le dará unos ricos huevos revueltos acompañados con pan y cereal.

Podemos descansar sabiendo que nos dirigimos a nuestro Padre en oración y Él responderá de acuerdo a su buena y perfecta voluntad.