Ser Benignas
Efesios 4: 32
La Benignidad es una de las manifestaciones del fruto del Espíritu Santo. La Benignidad es la inclinación a hacer y a pensar lo bueno. Suele confundirse con bondad. Benignidad se refiere a que, como cristianas, debemos tener un comportamiento ejemplar con compasión, amabilidad, ternura, no responder mal con mal. Bondad es hacer actos de amor hacia los demás, la benignidad me lleva a ser bondadosa.
Dios es el único bueno, por lo cual Él es la única fuente de bondad. La benignidad sólo se recibe de quien es bueno. La adquirimos de nuestra relación con Dios. Al ser benignas nos parecemos más a nuestro Padre Celestial (Lucas 6: 35). Benignidad es contrario a nuestra naturaleza, pero el Espíritu Santo la hace florecer en nosotras, no es por nuestros propios esfuerzos.
Jesús en la Cruz, nos dio el mayor ejemplo de benignidad. La expresión máxima de benignidad es el perdón. Cuando perdonamos, no buscamos vengarnos de los agravios, estamos demostrando benignidad.
¿Cuánta benignidad y bondad tenemos? ¿Cómo tratamos a los otros? ¿Somos amables? Colosenses 3: 12 - 14. El mundo está lleno de malignidad, mostremos la diferencia siendo bondadosas y amables.
Hoy es un día para venir a la presencia de Dios y dejar la falta de amabilidad, gentileza, bondad y revestirnos de la benignidad que da el Espíritu Santo.
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