La mujer que derrumbó su casa
Proverbios 14: 1
En Génesis 27 encontramos la historia de Isaac y Rebeca. Se nos cuenta que Jacob deseaba darle la bendición a su hijo mayor: Esaú, y como Rebeca su esposa urdió todo un plan para que Jacob recibiera la bendición. Rebeca mostró favoritismo por su hijo menor Jacob, por eso engañó a su esposo para que se quedara con la bendición que le correspondía al hijo mayor.
Vemos en Rebeca dos actitudes que llevarían a su hogar al desastre: primero el demostrar favoritismo por uno de sus hijos, eso ocasionó que entre los hermanos hubiese división, hasta el punto de que Esaú al verse engañado quiso matar a su hermano. Nunca debería haber un hijo favorito, todos deberían recibir el mismo amor y las mismas oportunidades.
Otra cosa que Rebeca hizo fue el engaño, mintió a su esposo y a su hijo mayor. La actitud de Rebeca ocasionó que la familia se separara por que Jacob tuvo que huir lejos de su hermano a la casa de los parientes de su madre.
La Biblia en Proverbios 14: 1 nos dice que la mujer sabia edifica su casa, más la necia con sus manos la derriba. Rebeca no fue una mujer sabia, fue alguien que no supo edificar su hogar y pagó bien caro no volvió a ver a su hijo favorito, tuvo que resignarse a tenerlo lejos. Que triste para esta mujer que no supo cultivar la unidad familiar y que cosechó lo que sembró con sus mentiras.
Que la historia de Rebeca nos sirva para revisar si estamos construyendo con sabiduría nuestras casas, recuerda que a la mujer se le dio esa tarea.
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