22 de Junio del 2020
- Princesas y Guerreras
- 22 jun 2020
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Actualizado: 17 jun 2021
Tiempo de Visitación
Lucas 19: 44
Dios visita a los hombres y, cuando lo hace, espera ser recibido en el corazón. Sí, Dios visita a los hombres porque El anhela revelarse y darse a conocer. Algunos lo rechazan; otros lo reciben; algunos de ellos al poco tiempo le olvidan. Dios visita al menos una vez en la vida a cada persona. Esa visita se conoce en la Escritura como «el tiempo de su visitación». A veces Dios vuelve a visitar a quienes lo han rechazado, pero nadie puede asegurar a quiénes volverá, o cuántas veces volverá, si vuelve.
Por eso, es importante saber cuándo Dios nos visita, y estar conscientes de que, si le rechazamos, tal vez no vuelva más. El Señor Jesús dijo de Jerusalén: «No dejarán sobre ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación». Algunos no perciben el privilegio y lo menosprecian. Después, cuando es demasiado tarde, lo lamentan. Ese es un tiempo glorioso en El que Dios quiere tener un encuentro con esa persona y espera que el corazón se abra, para tener comunión.
Muy pocas veces Dios visita de nuevo el corazón que ya hace tanto le volvió la espalda. Pero a veces vuelve, y entonces el corazón se agita con un desusado latir. Y viene algo de respiro. Una nueva vislumbre de gloria cautiva el alma y logra reblandecerla. Entonces, el hombre se aferra con todo. ¡Dios se ha acordado de él! ¡Hay que aprovechar el tiempo, invertirlo en Dios, recuperar lo perdido!
Los judíos tuvieron a Jesús. Literalmente, los visitó desde lo alto la aurora. Pero ellos intentaron tapar la aurora con sus tinieblas. Por supuesto, no lo lograron; sin embargo ellos mismos quedaron en la oscuridad. Con matarle, se mataron a sí mismos. Desecharon la luz, y sus corazones desde entonces no han conocido otra cosa sino las tinieblas de una noche oscura. Que comprendamos cuando Dios no visite y no lo dejemos pasar sin abrirle nuestro corazón.

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