Algo determinante en tu día
Marcos 1: 35
Jesús, durante su vida terrenal, siempre apartó un tiempo especial para estar con Su Padre. Un espacio donde podía estar a solas con Él, por eso buscaba una hora y un lugar donde no pudiera ser interrumpido. En los evangelios nos muestra como Jesús se levantaba muy temprano, aún oscuro y oraba. (Marcos 1: 35)
Era ese momento donde Él tomaba nuevas fuerzas, donde podía tener un verdadero descanso. La obra que Jesús llevaba a cabo no era fácil, enseñar, predicar, sanar enfermos, liberar endemoniados, etc. Puede llegar hacer más desgastante que cualquier actividad que requiera mucho esfuerzo físico, piensa que Él podía enseñar por horas a muchas personas. Cada día requería mucho esfuerzo de su parte, era asediado por las multitudes y esperaban de Él un milagro, por eso para Él era muy importante ese espacio que apartaba para su encuentro con el Padre. Puedo imaginar que para Jesús ese tiempo no era negociable por nada.
Cada una de nosotras se enfrenta a desafíos, pruebas y nuevas circunstancias cada día, muchas de esas circunstancias nos pueden causar cansancio, algunas requieren un esfuerzo especial, etc. Algunas se ven agobiadas por el trabajo, hijos, casa; etc. Por eso es aquí donde, al igual que Jesús, debe ser fundamental para nosotras cada día apartar un tiempo a solas con Dios.
Ese tiempo te prepara para lo que será tu día, te dará las fuerzas necesarias, la sabiduría que requieres para el día a día, es la mejor manera que tenemos para iniciar un nuevo amanecer, dejando el día en las manos de Dios.
Si Jesús, siendo Dios, apartó un tiempo especial de su apretada agenda, cuanto más nosotras lo necesitaremos. No olvides apartar tu tiempo con Dios cada día, a veces las múltiples ocupaciones hace que lo posterguemos o que lo obviemos de nuestra agenda, recuerda hacer de ese tiempo tu prioridad.
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