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Foto del escritorPrincesas y Guerreras

21 de Enero de 2020

Actualizado: 14 jun 2021

¿Cómo actuamos frente la presión?



Lucas 22: 41 – 44


En esta porción de la Escritura, encontramos a Jesús en el huerto de Getsemaní, que significa “molino de aceite”. En ese huerto había olivos de los cuales se sacaba un fino aceite. Las aceitunas se someten a la presión para sacar su zumo y se obtenía un aceite de excelente calidad.

Podemos decir que figurativamente, Jesús se sometió al molino de Getsemaní y destiló amor y se atrevió a decir: “Padre, que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. En esos momentos de angustiante presión rindió Su voluntad a la de Su Padre, a pesar de que sería algo muy doloroso para Él.

Hay situaciones que nos someten a presión. La pregunta es ¿Qué sale de nosotras cuando somos sometidas la presión de la espera, del sufrimiento o la incomprensión? ¿Cuándo vemos que las cosas no salen como nosotras esperamos? ¿Sale decepción, rabia, frustración, odio, ira? ¿Cuál es nuestro Getsemaní?

Esa situación que nos incómoda o que nos hace sufrir es precisamente la oportunidad para ver que hay dentro de cada una. Es que son esas situaciones las que hacen que salgo lo mejor o lo peor que hay en nosotras. Sólo el Espíritu Santo en nosotras puede ayudarnos a soportar y sacar lo mejor, amor, perdón, paz y aun el gozo en medio de las tormentas de la vida, a pesar de lo difícil que pueda parecernos.

Como Jesús, aprendamos a llevar nuestro sufrimiento a la presencia del Padre, orar hasta tener la paz que sólo Él puede dar y que nos ayudará en medio de las situaciones adversas. Jesús tenía una confianza en la perfecta voluntad de Dios, se sometió al amor que nunca lo abandonaría y que lo reafirmaría y fortalecería para cumplir Su misión. Esa es la confianza que tú y yo necesitamos desarrollar para salir victoriosas en las dificultades



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