21 de Abril del 2020
- Princesas y Guerreras
- 21 abr 2020
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Actualizado: 16 jun 2021
Buscando el corazón de Dios
Hechos 13: 22
Si hay un personaje en la Biblia que su vida sea inspiradora es David. Su devoción de todo corazón a Dios nos estimula a seguir adelante en fe; sus tiempos sombríos de dolor y pecado nos dan una esperanza cuando nuestra propia humanidad nos asfixia.
Cuando David era un joven pastor, tuvo la oportunidad de aprender a contemplar a Dios. Mientras pastoreaba el rebaño, su amor por Dios creció. Dios mismo declara de él: “He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” (Hechos 13: 22)
En sus cantos íntimos, quedan revelado los sentimientos de David hacia Dios. Salmos como el 7, 8, 18, 23 y 51 lo expresan claramente. Era una relación de franqueza, sinceridad, de confianza; Dios se complacía en ella.
Cuando las tormentas de la vida azotaban, la relación era lo suficientemente fuerte para soportar. Aun cuando David llegó a lo profundo de la desesperación, habiendo cometido asesinato, su corazón permaneció tierno y sensible para atender la fuerte reprensión de Natán y volverse a Dios totalmente arrepentido.
¿Qué distinguía el corazón de David? Era un corazón apasionado por Dios. No había lugar para un amor tibio. El deseaba la comunión con Dios más que cualquier otra cosa y la obtuvo.
La relación de David con Dios provenía de su corazón, él amaba a Dios con todo su corazón, no dependía de sus circunstancias. Si queremos una relación con Dios como la que David tuvo, examinémonos y notemos que tanto anhelo del Señor y que tanto me deleito en Él.

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