Vida en integridad
Salmo 15
En el capítulo 15 de los Salmos, el rey David describe la vida de integridad que deben cultivar los cristianos. Dios quiere que busquemos cada vez más la autenticidad, la rectitud y la honestidad. Una vida de integridad delante del Señor.
Dios es Santo, ese es su atributo más elevado, por eso si queremos estar en comunión con Él debemos vivir en santidad, todo lo contrario al estilo de vida del mundo. Vivimos en una cultura que aplaude los valores y las actitudes pecaminosas. David enumera las condiciones para entrar en la presencia de Dios: Andar en integridad. Ser integras, es ser de una sola pieza, no una cosa en la casa y otra en la iglesia.
La integridad se compone de algunos elementos como la justicia, hablar la verdad (mira que el dice en su corazón). David sabía que Dios conocía lo más íntimo de sus pensamientos y que todo estaba expuesto delante de Él. Una persona íntegra no calumnia con su lengua, es decir, no se presta para el chisme, no habla mal de nadie, ni le hace daño a los demás. Tal vez vemos todo esto como algo muy difícil para alcanzar, pero podemos tener la completa seguridad que Dios, por medio de Su Espíritu en nosotras, nos ayudará a vivir esa vida agradable a Él.
Hay una promesa hermosa para quien vive en integridad, además de poder estar en la presencia del Señor, estarán firmes para siempre, aún en medio de las pruebas y dificultades de la vida.
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