Palabras gratas
Efesios 4: 29
En Efesios 4, Pablo está hablando de dejar atrás la manera pasada de vivir, la vieja naturaleza, que como él dice: está viciada, dañada por sus hechos que no glorifican a Dios. Una de las manifestaciones de la vida pasada es la forma de hablar. Un vocabulario lleno de groserías, es un lenguaje corrupto. Ten en cuenta que este es un tipo de lenguaje destructivo, tanto para el que lo usa como para quien lo escucha.
Pablo está exhortando a dejar toda palabra deshonesta, grosera, etc. Dice que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, cuando dice ninguna es ninguna. Ese es el lenguaje que usa el mundo, y de hecho, les sorprende que nosotras no lo usemos. Es bueno recordar que Jesús le dijo a sus discípulos que de toda palabra necia que digamos daremos cuenta.
Seguramente estarás pensando que es difícil controlar nuestra lengua y por más que seamos cuidadosas podemos fallar. Santiago lo expresó muy bien en su carta en el capítulo 3: 2- 4, es la tendencia innata de hacer mal uso de nuestra lengua. Pidámosle al Señor que nos ayude a manejarla cada vez mejor, siendo llenas de Su Espíritu Santo.
Nuestras palabras deben ser gratas, agradables para quienes nos oyen. Una de las características de la mujer virtuosa que retrata Proverbios 31 es que la ley de clemencia está en su boca.
¿Qué palabras salen de nuestra boca? ¿Son palabras sazonadas para edificar a los oyentes, o por el contrario un lenguaje que resulta hiriente y destructivo?
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