Obedecer mejor que los sacrificios
1 Samuel 15: 22
En este verso encontramos lo que Dios demanda de nosotras como sus hijas, El espera nuestra obediencia. Cuanto nos cuesta obedecer, por naturaleza queremos hacer lo que nos parece.
¿Cómo te sientes cuando tus hijos no te obedecen? Nuestro corazón se entristece, como me sucede a mí. Igual cuando no obedecemos a nuestro Padre celestial, hacemos doler Su corazón. Muchas veces nos resulta más fácil hacer sacrificios, creyendo que con eso le agradaremos.
Eso fue lo que le ocurrió al rey Saúl, Dios le había dado la orden de exterminar al pueblo de Amalec y que destruyera el botín. Pero él se guardó lo mejor de las ovejas para ofrecerlas en sacrificio al Señor. Por su desobediencia, Saúl fue quitado del trono y en su lugar fue puesto David, de quien Dios dijo que lo agradaría.
La obediencia es total, no hay obediencia a medias, Saúl hizo sólo una parte de lo que el Señor le había mandado. Dios lo tomó como desobediencia. La obediencia es inmediata, si no es desobediencia. La manera de expresar nuestro amor y que conocemos al Señor es obedeciéndole (1 Juan 2: 3 – 5)
Dios nos ha dejado sus leyes, preceptos y desea que los pongamos por obra, es decir, que los obedezcamos y si le amamos debemos deleitarnos en obedecerle, tal como lo hizo Jesús.
Dios más que tu ofrenda o sacrificio que puedas ofrecerle El espera que le obedezca. Que como hijas amadas busquemos obedecer a nuestro Padre.
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