Dios ve el corazón
Juan 21:17
Muchas veces las palabras tiernas, cariñosas que decimos a otros se muestran falsas, o por lo menos pasajeras, porque no reflejan verdaderamente los sentimientos del corazón. y no sólo las que muchas veces decimos. también puede ser que muchas veces las palabras tiernas y cariñosas que escuchamos no sean tan sinceras como puedan parecer. En realidad es muy frustrante cuando eso sucede Así sucede muchas veces con nuestro amor por Dios, no siempre nuestras palabras, nuestra alabanza y nuestra gratitud, expresan los verdaderos sentimientos del corazón. Puede ser sólo palabras vacías, que no dicen lo que realmente sentimos.
El corazón, como dice Jesús, es la fuente de todo cuanto contamina el hombre y, tarde o temprano, su contenido será derramado por la boca como un vaso que rebosa (Marcos 7:20-23). Dios ve el corazón. Dios ve el interior, conoce lo más íntimo de nuestros pensamientos. Él sabe si lo amamos o no realmente, a Él nunca lo podremos engañar, conoce lo más íntimo de nuestros sentimientos y pensamientos. Es eso lo que dice el apóstol Pedro cuando, arrepentido, derramó su amor a Jesús con las palabras: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero” (Juan 21:17). Solamente en arrepentimiento verdadero podemos agradar a Dios y decir: ‘te amo, Señor.
Dios anhela que respondamos a Su amor sinceramente y de todo corazón. Que le adoremos en espíritu y en verdad (Juan 4; 24). El desea que le amemos con todo nuestro corazón, nuestra mente, con todo nuestro ser.
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