Tu Oración es valiosa para Dios
Lucas 11: 9
Te has preguntado alguna vez ¿Cómo mira Dios tu oración? Algunas pueden que piensen que para Dios nuestras peticiones son una carga. La Biblia dice que tus oraciones son como incienso agradable para El (Apocalipsis 5: 8). El Señor se deleita en tus oraciones, El anhela escucharnos, aunque ya sabe lo que le vamos a pedir.
Considera que una madre o un padre no se cansan de escuchar a su hijo y que le diga lo que necesita. Jesús, al respecto, dijo ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más vuestro Padre celestial (Lucas 11: 13). Como Padre, Dios no te rechaza cuando vas de la manera adecuada y presentas tu petición ante Él. Antes, en el verso 9, dice: "Pidan y se os dará, busquen y hallarán".
Dios se deleita en que nos acerquemos a Él, llevando nuestras peticiones. Él es un Dios cercano, no como algunas piensan, que está lejano y ajenos a nuestras necesidades y dificultades. Cuando ores ten en cuenta que estás ante tu Padre celestial, puedes acercarte con confianza. El secreto de una vida de oración eficaz es ver a Dios como un Padre bueno que quiere darnos lo mejor.
Él quiere que busquemos su presencia, que toquemos a la puerta y que descansemos en Él. Él se deleita en respondernos. Acudimos a un Dios que conoce nuestras necesidades, aún mejor que nosotras mismas y que nos ama.
Que nuestras oraciones sean perfume agradable para Dios, el Salmo 141. 2 dice: “Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde”.
Cuando valoramos la preciosa presencia de Dios, nuestras oraciones serán más fervientes y constantes, serán un sacrificio agradable para el Señor.
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