Perdona como Dios te perdonó
Colosenses 3: 13
En Mateo 18: 23 – 35 Jesús cuenta la parábola de los dos deudores. Uno de ellos debía una gran cantidad a su señor, el señor al ver que este siervo no podía pagarle, movido a misericordia, le perdona la totalidad de la deuda. Sin embargo este hombre, que ahora era libre de esa deuda tan grande para él, no fue capaz de perdonar a un consiervo que le debía una cantidad pequeña, en comparación a la que le fue perdonada. El señor al enterarse de la actitud que tuvo con su consiervo lo envía a los verdugos, hasta que pagase todo lo que debía.
Esta historia me impacta porque en realidad, a veces actuó como este siervo que no perdonó lo poco que le debían. Somos muy dadas a olvidar todo lo que Dios nos ha perdonado y nos cuesta perdonar pequeñas ofensas que nos hacen los demás. Al que le fue perdonado una cantidad que difícilmente podía pagar, fácilmente olvidó cuanto se le había perdonado.
En Colosenses 3: 13 nos dice que la manera en la que debemos perdonar es como Dios nos perdonó en Cristo. Recuerda que cada una de nosotras tenía una deuda grandísima por nuestros pecados, Jesús pagó por ti y por mí, y somos libres de esa deuda, nunca lo olvides. Cuando perdonamos nos parecemos más a Jesús.
En el Padre Nuestro, la oración modelo que Jesús nos dejó decimos: “perdona nuestras ofensas, como también perdonamos a los que nos ofenden”. Jesús termina diciendo” más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” Mateo 6: 15.
Que tengamos un corazón perdonador, que no guarde resentimiento y se endurezca por las ofensas que recibe de otros, sino que esté dispuesto a ser libre del rencor y dejar en libertad al ofensor por medio de dar y otorgar perdón.
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