15 de Enero del 2021

Unos amigos de verdad

Lucas 5: 17 – 26

Vemos en el relato unos hombres que recurren a métodos no convencionales para lograr que su amigo paralítico sea sanado por Jesús. ¡Qué fe y empeño, comparados con la incredulidad y la indolencia que muchas veces mostramos! Después de superar el escollo de la gran multitud a la entrada de la puerta de la casa donde estaba Jesús y remover el techo de la casa para bajarlo por allí, ponen al paralítico delante de Jesús.

Sorprende una vez más lo que dice Jesús cuando tiene a este hombre al frente: “hombre tus pecados te son perdonados”, en lugar de sanarlo inmediatamente. ¿Por qué hace esto? Es razonable pensar, que como Jesús conoce muy bien lo que hay en cada corazón, supo que la raíz de su enfermedad estaba en su alma, y que el perdón de sus pecados era su primera necesidad. Que reconfortante es saber que Jesús nos conoce y sabe exactamente lo que necesitamos y que Su gracia es suficiente para suplir nuestra necesidad más sentida.

Qué ejemplo encontramos en estos hombre, que podemos considerar unos verdaderos amigos, hicieron todo lo necesario para que ese hombre tuviera un encuentro con Jesús. No se dieron por vencidos ante el primer obstáculo. Su fe transformó la vida del paralítico.

Así como el paralítico de nuestra historia, hay tantos en el mundo que necesitan amigas de verdad que los traigan a los pies de Jesús. Pueden ser enfermos del cuerpo, pero también los hay del alma y del espíritu. El Señor nos quiere usar para llevar personas a que le conozcan. Que tú y yo seamos esas amigas dispuestas a superar los obstáculos para hacerlo.