15 de Abril del 2020
- Princesas y Guerreras
- 15 abr 2020
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Actualizado: 15 jun 2021
Desecha la ira
Santiago 1: 19 – 20
Todas hemos sentido ira, es normal, porque es una emoción propia del ser humano, lo que no es normal es perder el enfoque racional y llegar a extremos irreparables.
Puede sorprendernos que algunos digan: “vamos a encontrar más muertos al interior de los hogares por violencia intrafamiliar que por Covid 19”. Aunque suene exagerado es una triste realidad, han bajado los hurtos, atracos y homicidios, pero muchas mujeres y niños están encerrados con sus agresores.
El confinamiento está actuando como detonante de ansiedad, estrés, escasez, incertidumbre, etc., esto puede llegar a alterarnos y causar mucho daño (no sólo físico, también emocional) al descargar sin control ira en quienes no rodean. En estas situaciones generalmente culpamos a los demás, pero la única que se deja provocar de ira eres tú. La ira y el resentimiento son como brasas encendidas que para lanzarlas a otros, primeramente nos queman a nosotras mismas.
La Biblia nos dice: “airaos, pero no pequéis”, es decir, que no demos rienda suelta a la ira, porque como dice Santiago 1: 20. “La ira del hombre no obra la justicia de Dios”. En realidad hay una línea muy fina entre airarnos y pecar.
Tendremos dominio propio como resultado de la comunión y guía del Espíritu Santo en nuestra vida, por tanto, Dios y su Palabra nos hace sabias y entendidas, capaces de controlas nuestros impulsos.
Debemos estar dispuestas a soltar las piedras que tenemos listas en nuestras manos, para ser lanzadas, es decisión nuestra despojarnos de la ira (Colosenses 3: 8), además grábate en tu corazón: “la blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hacer subir el furor” Proverbios 15: 1

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