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14 de Septiembre del 2020

  • Foto del escritor: Princesas y Guerreras
    Princesas y Guerreras
  • 14 sept 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 18 jun 2021


Misericordia inmerecida



Lamentaciones 3: 22 - 23


En el 2 libro de Samuel capítulo 9 encontramos la historia del rey David y Mefiboset, hijo de Jonatán, amigo de David. En este relato podemos encontrar a un Dios lleno de misericordia, una de las diversas características del Señor. Uno de sus más grandes y maravillosos atributos. En Lamentaciones 3: dice que las misericordias del Señor son eternas y se renuevan cada día, cada mañana. Misericordia es no darnos lo que merecemos, el castigo por nuestros pecados.

Dios usa de una manera muy especial a David para demostrar su bondad y amor para con Mefiboset quien estaba lisiado de ambos pies y quien se encontraba en una situación deplorable. David lo llama para extender misericordia hacia él, por amor a su amigo Jonatán. Nosotras debemos identificarnos con él. Porqué Mefiboset fue humilde ante David y reconoció que la benevolencia que le ofrecía era inmerecida. Así se convierte en ejemplo para nosotras. Somos destinadas a la misericordia, aún sin ser para nada merecedoras de esta, el Señor la tiene siempre disponible para ti y para mi.

Así como Dios utilizó al rey David, quiere utilizarte a ti para mostrar su misericordia a muchos más porque su reino está establecido en completa misericordia. En las bienaventuranzas pronunciadas por Jesús en Mateo 5: 7 dice "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Nunca olvide que: Hay un amor inmerecido, entiende que no somos dignos de este amor pero la gracia del Padre es tan magnífica que podemos tenerlo.

Hay misericordia para ti y para mí, por esa gracia que está ampliamente abierta y obtenerla es muy fácil. ¡El camino para alcanzarla se llama Jesús!



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