14 de Febrero del 2020

Guía divina

Números 9: 23

A veces desearíamos tener certeza y total exactitud de que Dios nos está guiando y que vamos por la dirección correcta, quisiéramos tener una señal. Para los israelitas era evidente la dirección divina, una nube sobre el tabernáculo les indicaba cuando partir y cuando debían permanecer quietos. Sólo cuando la nube se alzaba sobre el tabernáculo seguían su camino, mientras estaba en su lugar no se movían (Números 9: 15 - 23). Esta nube era símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Podemos pensar que para ellos era fácil. Les era sencillo conocer lo que Dios les estaba indicando, pareciera un modo muy emocionante para vivir. Sin embargo, ten en cuenta que debían partir inmediatamente cuando la nube se movía y eso implicaba desmontar el campamento por muy cómodos que estuvieran. Recuerda que vivían en tiendas que debían armar. La nube podía durar días, semanas, meses, etc. Sobre un mismo lugar, así que piensa en que armaron su campamento y en pocos días la nube les indicaba que debían partir, así que volver a desmontar, o tal vez pensar que no iba estar muchos días sobre ese lugar y no querer desempacar.

¿Cómo reaccionamos cuando la voluntad de Dios para nosotras se vuelve incómoda? Puede que implique que nos toque hacer cosas que no nos gusten mucho.

La obediencia a Dios no siempre es fácil para nosotras, pero siempre es provechosa y lo mejor para nuestras vidas. ¿Ves cómo una nube moverse sobre tu vida indicándote algo? ¿Qué haces al respecto?

Esperemos la guía de Dios para nosotras y sobre todo estemos dispuestas a obedecer. Muchas veces pedimos al Señor su guía, pero queremos llevar el timón. Soltemos el timón y al escuchar su dirección obedezcamos.