Hacer lo que edifica
1 Corintios 10: 23
Algunas personas cuando saben que soy cristiana, me dicen: entonces en tu iglesia no te dejan hacer esto o aquello, o tu pastor te prohíbe hacer esto o aquello”. En realidad ese es la forma de pensar de muchos, que por asistir a una iglesia nos dan una lista de prohibiciones. Cuán lejos de la realidad está eso.
En realidad no tenemos una lista de restricciones, por lo que algunos cristianos se preguntan ¿puedo hacer esto o aquello? Especialmente aquellas cosas de las cuales la Biblia no dice nada. Por ejemplo el hecho de ir al cine, entre otras cosas. El apóstol Pablo en su carta a los corintios nos da una pista muy importante al respecto. En 1 Corintios 10: 23 dice. “Todo me es lícito, pero no todo conviene, todo me es lícito pero no todo edifica”.
Cuando queremos saber si algo que vamos hacer o ir a algún lugar debemos preguntarnos ¿Esto me conviene? O mejor aún preguntarnos ¿Esto me edifica? Al respondernos eso tenemos la respuesta.
En otras palabras nuestra libertad, mira que el apóstol dice: todo me es lícito, debe estar equilibrada por la responsabilidad. Soy responsable de la libertad que como creyente en Cristo tengo. Es una muestra de madurez cuando equilibramos nuestra libertad con responsabilidad, de lo contrario deja de ser libertad y se convierte en anarquía (sin ley).
Una medida para saber qué cosas puedo hacer y que no, es lo que me aporta al crecimiento de mi vida cristiana. Hay cosas que no son malas, ni buenas en sí mismo, pero si no me edifica es mejor no hacerlo. En el caso del ejemplo que ponía de ir al cine, respondería: ¿Qué tipo de película voy a ver?
Como cristianas, seguidoras de Cristo, otra buena pregunta para hacerme sería: ¿Haría esto Jesús? ¿Iría a tal o cual lugar? Ese es un excelente termómetro que tenemos para decidir hacer o no hacer ciertas cosas que pueda que no tengan nada de malo, pero que realmente no nos convendría o no nos edificarían.
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